La esquizofrenia y el trastorno bipolar son dos condiciones psiquiátricas distintas pero que comparten síntomas clínicos. Estudios epidemiológicos y genéticos recientes han demostrado una superposición sustancial entre ambos trastornos, pero también diferencias en la arquitectura genética.
En este trabajo, llevado a cabo por el Bipolar Disorder and Schizophrenia Working Group of the Psychiatric Genomics Consortium, se ha indagado en los factores genéticos que contribuyen a los síntomas compartidos por los dos trastornos y a los síntomas específicos de cada trastorno.
“Identificar los componentes genéticos que contribuyen a ambos trastornos proporcionará una idea de la biología subyacente a los síntomas compartidos por los dos trastornos. También es importante identificar variantes genéticas específicas de un determinado trastorno y descubrir cómo contribuyen dichas variantes genéticas a síntomas específicos de cara a escoger el tratamiento más adecuado”, explica Eduard Vieta, del Hospital Clínic de Barcelona (Catalunya, España).
Los autores, entre los que se encuentran varios expertos españoles, analizaron datos genéticos de más de 53.000 pacientes (20.129 pacientes con trastorno bipolar y 33.426 pacientes con esquizofrenia) y más de 54.000 voluntarios sanos procedentes de diversos centros a nivel mundial. Como resultado de estos análisis, se hallaron 114 loci implicados en vías sinápticas y neuronales compartidas entre ambos trastornos, de los cuales 32 loci no se habían identificado previamente.
Al comparar los pacientes con esquizofrenia y los pacientes con trastorno bipolar (23.585 vs 15.270, respectivamente) se identificaron cuatro regiones genómicas que contribuyen a las diferencias biológicas entre ambos trastornos.
También se identificaron múltiples firmas genómicas que se correlacionan entre un trastorno y un síntoma clínico en el otro trastorno. Por ejemplo, se halló que los marcadores de riesgo poligénico para trastorno bipolar (PRS, polygenic risk score, que son una medida cuantitativa de la carga genética individual) se asociaban con la presencia de síntomas maníacos en pacientes con esquizofrenia.
Vieta señala que “en este estudio se presenta una disección genética detallada del trastorno bipolar y la esquizofrenia que apunta a un riesgo genético compartido sustancial, pero que también demuestra que loci específicos contribuyen a las diferencias fenotípicas de estos trastornos”.
“Nuestros datos sugieren que la esquizofrenia y el trastorno bipolar no son el mismo trastorno, pero tampoco enfermedades totalmente independientes, sino que pueden compartir dimensiones sintomáticas específicas que se pueden identificar utilizando información genética, lo que en última instancia puede ayudar a caracterizar mejor al paciente y a guiar el diagnóstico y el manejo terapéutico”, añade.
“Estos nuevos datos nos acercan sustancialmente hacia la comprensión de la herencia de dos de los grandes síndromes psiquiátricos, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, y abren por primera vez la vía para comprender aspectos diferenciales de su genética molecular”, concluye el experto.
Fuente: Ciber
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