El 16 de octubre de 2011, Marconi Union creó, en colaboración con la Academia Británica de Terapia del Sonido, "Weightless", la cual reduce en 65 por ciento la ansiedad y reduce en 35 por ciento las tasas de pulso de las personas en un estado habitual de descanso.
El 16 de octubre de 2011, el trío británico Marconi Union creó, en colaboración con la Academia Británica de Terapia del Sonido, una canción de ocho minutos de duración que lleva por nombre “Weightless”, la cual es considerada la más relajante que jamás se haya compuesto.
De acuerdo a científicos de la compañía de neuromarketing Mindlab, la canción reduce en 65 por ciento la ansiedad y reduce en 35 por ciento las tasas de pulso de las personas en un estado habitual de descanso.
Durante el estudio científico, en el que participaron 40 mujeres, los investigadores concluyeron que “Weightless” es 11 por ciento más relajante que cualquier otra pieza musical, reduciendo el ritmo cardiaco, la presión sanguínea y la presencia de la hormona cortisol, asociada al estrés.
En noviembre de 2011, la revista Time incluyó a “Weightless” en la lista de los mejores inventos de ese año.
El trío Marconi Union, original de Manchester, se puso manos a la obra a trabajar con terapeutas especializados en música para crear una canción que ralentizara la respiración y redujera la actividad cerebral.
Weightless, la canción resultante, fue probada en un estudio con 40 mujeres, demostrando ser más relajante que temas de artistas como Enya, Mozart o Coldplay. Un 65 por ciento de las participantes declaró que la canción rebajaba sus niveles de ansiedad.
Lyz Cooper, fundador de la Academia Británica de Terapia Sonora, explica en el diario que la canción utiliza "principios musicales" que "individualmente" han demostrado tener "un efecto calmante".
"Combinando esos elementos como lo han hecho Marconi Union han creado la canción relajante perfecta. El estudio ha demostrado que es la canción más relajante del mundo", añade el terapeuta.
Además, Cooper señala que la duración de la canción, de ocho minutos, es importante, pues se necesitan al menos "cinco minutos" para empezar a relajarse por completo, un proceso que denomina "incorporación".
"El espacio entre notas ha sido elegido para crear un sentimiento de euforia y confort y no se repite una melodía, lo que permite a tu cerebro desconectar completamente. Hay repiqueteos aleatorios, que ayuda a inducir una sensación de relajación mayor. El elemento final es los suaves zumbidos y murmullos, como cantos budistas", concluye.
Fuentes: animalpolitico / 20minutos / El Español / ABC
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