El presidente de los Estados Unidos no amenaza a Venezuela y a Irán solamente, sino que su ira verbal hizo centro ahora en la cocapitana del seleccionado estadounidense de fútbol femenino, Megan Rapinoe.
Rapinoe, una lesbiana con el pelo teñido de rosa, se adelantó a las intenciones de Trump y dijo en un tuit que no visitará "la jodida Casa Blanca", si el presidente decide invitar el equipo norteamericano.
Trump rápidamente le contestó en otro tuit que Rapinoe no debe faltar el respeto "a nuestro país, a nuestra bandera o la Casa Blanca". "Siéntete orgullosa de la bandera que llevas" le recomendó.
Pero de inmediato, el capitana del equipo, Ali Krieger, salió en defensa de Rapinoe atacando con fuerza a Trump. Le dijo también por tuit que sabe que las mujeres que el presidente no puede controlar ni toquetear lo ponen nervioso. Krieger remató: "no apoyo a esta administración ni a su lucha contra las personas Lgbtq, los inmigrantes ni las personas más vulnerables".