La gestión de Javier Milei despidió otros 250 trabajadores que se desempañaban en la construcción del reactor nuclear Carem. La medida puede comprometer el desarrrollo de un proyecto que podría ubicar al país en un lugar clave a nivel global en el desarrollo de energía consdiderada "limpia".
El Gobierno de Javier Milei avanzó con una nueva ola de despidos en el Complejo Atucha, donde desvinculó a 250 trabajadores directos y afectó a otros 350 indirectos de las obras que se estaban llevando a cabo en la estratégica construcción del reactor nuclear Carem, el primero hecho ciento por ciento en Argentina, que tras su puesta en marcha podría ubicar al país en un lugar clave en el desarrollo de energía considerada "limpia".
En declaraciones a la 750, el secretario general de Uocra-Zárate, Julio González, explicó que se trata de una medida “desastrosa”, y graficó que desde hace meses padecen los despidos. "Del mes pasado a la fecha se despidieron más de 250 trabajadores directos. Tenemos que contar más de 600 con los indirectos”, lamentó el sindicalista.
Para el sindicalista “es una decisión criminal que tiene que ver con el mensaje del país del norte en cuanto a la competencia de Argentina”. Esto se debe a que el reactor ponía a Argentina entre los líderes de un mercado estratégico a nivel mundial, compitiendo con grandes actores como Estados Unidos, China y Rusia.
Por eso, González aseguró que el Gobierno tiene un acuerdo con “el país del norte” para que esto no pase. “Y los que padecen esta situación son los trabajadores. Hoy no solamente el riesgo era la parálisis, sino la pérdida de lo más preciado, que es el salario digno para darle una vida digna a su familia”, afirmó.
La Uocra lleva a cabo por este motivo diversas medidas de fuerza en el marco de una huelga por tiempo ininterrumpido hasta que el Gobierno vuelva a contratar al 100 por ciento de los despedidos.
La medida es aún más dramática si se tiene en cuenta que el país se encuntra a la vanguardia del desarrollo de este tipode reactores, que no sólo tienen un impacto fundamental en el desarrollo de energía, sino que además alcanza al campo de la salud, la ciencia y la industria, en un negocio que, además, ofrece márgenes de rentabilidad a nivel global. Entre los planes originales, la Argentina proyectaba contar con reactores entre 2025 y 2028.
Tal como publicó Página/12, Carem ya lleva invertidos 650 millones de dólares y requeriría algo así como 200 millones más para concluir; cuando un proyecto de la misma envergadura en Estados Unidos cuesta 1400 millones de dólares. En relación a las ganancias que se podrían obtener, la venta de un reactor de la magnitud del Carem podría significar un ingreso de 4 mil millones de dólares.
“Las consecuencias son gravísimas. Los trabajadores de la región sabemos la situación que genera. Genera un problema social y económico inmediato en la economía regional. Son muchos los trabajadores que dependen de estos proyectos donde se mueve toda la economía de la región”, agregó González.
Luego, finalizó: “El impacto va a ser gravísimo. En este momento no hay interlocutores válidos. Escuchaba a Cordero más temprano hablar de un crecimiento del trabajo y eso no pasa. No pasa en ningún lado. Contamos más de 3600 despidos en estos nueve meses de Gobierno solamente en nuestra seccional”.
Fuente: Página 12