En Jefatura de Gabinete hablan de casualidades y de un vacío informativo para justificar por qué los reflectores vuelven a posarse en el ministro coordinador. De una forma u otra, Marcos Peña en las últimas horas volvió a mostrar una ascendencia indiscutible en la Casa Rosada.
El corolario fue el almuerzo que este jueves protagonizaron los ministros en el despacho de Peña. Casi todos trataron de minimizarlo. En rigor, aclararon, el Jefe de Gabinete desayuna los miércoles y almuerza todos los viernes con el resto de los funcionarios.
Este 28 de diciembre, Peña acudirá a la Rosada, pero varios de sus colaboradores imaginan una jornada reducida. En la agenda del jefe de Gabinete solo figura una reunión con la directora de comunicación internacional y del G20 Pilar Conci, de su extrema confianza.
Creer o reventar, Peña -entre carnes, fideos, ensalada y frutas- se mostró satisfecho por el balance del cierre del último semestre, el peor en materia económica, de la gestión de Mauricio Macri. No hubo menciones ni en público ni en privado a la batería de aumentos de servicios públicos, aunque el ministro de Transporte Guillermo Dietrich fue uno de los primeros en irse para asistir a la conferencia de prensa en cuestión.
En el Gobierno, se habían propuesto organizar exitosamente el G20, sancionar el Presupuesto 2019, un diciembre con paz social y estabilidad cambiaria después de la corrida del dólar. Creen haber sorteado todos esos desafíos de manera satisfactoria. “No hubo brindis, apenas café”, relató con un dejo de melancolía uno de los presentes.
Algunos de los ministros relataron una experiencia propia de gestión en medio de la crisis y los planes para 2019. Dietrich (Transporte), por ejemplo, se refirió a la oferta de vuelos de las low cost y Dante Sica (Producción) trazó un diagnóstico de la situación.
El ministro de Hacienda Nicolás Dujovne podría haber tenido una decena de anécdotas para elegir, pero fue uno de los ausentes, igual que su par de Justicia Germán Garavano y la vicepresidenta Gabriela Michetti.
Los ministros preparan ahora los planes de trabajo de sus respectivas Carteras que deberán entregar en los próximos días al ministro coordinador.
El almuerzo de funcionarios parece menor al lado de otros detalles que tuvieron como protagonista a Peña en los últimos días, como la oficialización de la transferencia de la oficina de contrataciones de Interior a Jefatura de Gabinete.
Peña estrenó su rol como virtual jefe de campaña nacional, que ostentó con doble comando en 2015 y de manera absoluta en 2017. Una prueba inexorable de ese rol -que se encargan de destacar algunos de sus dirigentes más cercanos- es la reunión que mantendrá en los próximos días con Elisa Carrió.
Por ahora cerca de Peña descartan que vuelva a tener el protagonismo público que ostentó hasta el 30 de agosto pasado, cuando en una entrevista con Mitre minimizó la corrida cambiaria. “No estamos ante un fracaso económico”, sentenció. En las siguientes 72 horas, Macri reestructuró el Gobierno, redujo a la mitad su Gabinete y Peña dejó de ser el principal vocero del Gobierno.
Desde entonces solo tuvo contadas declaraciones públicas y el resto de los ministros se dedicó a responder por todas las áreas de Gobierno. "Este año fue muy duro para él y él siempre intenta posicionarse como el alter ego del presidente", reflexionó un alto funcionario que no participó del almuerzo.
En el Gabinete son muy pocos quienes discuten su liderazgo. "Marcos jamás perdió poder dentro del Gobierno ni centímetros en los diarios. No construye para él. Desde hace 10 años es quien mejor interpreta a Macri. Nunca hace marcospeñismo", sentenció otro de los invitados al ágape.