Un análisis dado a conocer en los Estados Unidos revela que las personas que altamente expuestas al glifosato, muy popular en Entre Ríos, tienen un riesgo 41 por ciento mayor de desarrollar linfoma no Hodgkin (LNH).
El glifosato fue introducido en 1974. en el producto "RoundUp", de la gigante de los químicos y transgénicos Monsanto.
Es el ingrediente activo de Roundup, es el herbicida más utilizado del mundo y ha estado rodeado de controversia desde que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer lo clasificó como “probablemente carcinógeno para los humanos” en el año 2015.
Un nuevo metaanálisis, que consiste en una revisión exhaustiva de un grupo gigantesco de estudios epidemiológicos publicados entre 2001 y 2018, incluido el gran Estudio de Salud Agrícola del año pasado, realizó un seguimiento a la salud de decenas de miles de trabajadores agrícolas con el fin de determinar si había un vínculo entre los casos de LNH y el glifosato.
Incluso con la evaluación del Estudio de Salud Agrícola, los autores del nuevo artículo encontraron “un vínculo convincente” entre la exposición al glifosato y un mayor riesgo de linfoma no Hodgkin, y confirmaron que hay un vínculo aún más fuerte en comparación con informes anteriores.
Para cada estudio que se revisó, los investigadores se centraron en los grupos que estaban más expuestos al químico.
“Esta investigación proporciona el análisis más actualizado del glifosato y su relación con el linfoma no Hodgkin, incorporando un estudio de 2018 a más de 54.000 personas que trabajan como aplicadores de pesticidas con licencia”, dijo la coautora del estudio Rachel Shaffer, estudiante de doctorado de la Universidad de Washington y colaboradora del Departamento de Ciencias Ambientales y de Salud Ocupacional de la entidad.
Agregó que sus hallazgos se alinearon con la clasificación de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Hay un vínculo
El metanálisis se publicó esta semana en la revista Mutation Research / Reviews in Mutation Research, cuyo editor en jefe es el toxicólogo genético de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) David DeMarini. Vale la pena destacar que la EPA está controlada por funcionarios cercanos a la administración de Donald Trump, muchos de ellos negacionistas del cambio climáticos y reacios a la evidencia científica que afecte a los lobbys industriales.
“En general, de acuerdo con la evidencia de estudios experimentales en animales y otros mecanismos, nuestro metanálisis sugiere un vínculo convincente entre las exposiciones a herbicidas basados en glifosato y un mayor riesgo de LNH”, señala el estudio.
Esta conclusión contradice los resultados de evaluaciones científicas anteriores y organismos gubernamentales internacionales, incluida la EPA, que declaró en 2017 que el polémico producto químico “no es probable que sea carcinogénico para los humanos”.
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