El Gobierno de Javier Milei expresó que el acceso a la OCDE "es uno de los objetivos prioritarios" para Argentina. Ahora bien, para su adhesión, el organismo lista una serie de reformas y estándares que están alineados con la Agenda 2030, aspecto que el oficialismo rechaza. ¿Es posible pensar un ingreso y una mejor gobernanza con La Libertad Avanza?
Según constató AIM, la hoja de ruta para el proceso de adhesión fue adoptada formalmente por el Consejo de la Ocde en marzo de 2024 y acogida por su Consejo a nivel ministerial en el mes de mayo. Este documento establece los términos, condiciones y el proceso para la adhesión de la Argentina al organismo, con el objetivo de que, una vez finalizada esta fase, el Consejo determine si invita al país a adherirse al Convenio de la Ocde para convertirse en miembro.
La Ocde es una organización económica internacional conformada por 38 países de los cinco continentes que, desde 1961, los asesora para mejorar sus políticas públicas. Impulsa estándares, normas e iniciativas para orientar y concretar reformas en los países miembros y socios.
Sus esfuerzos se centran en identificar los factores que conducen a cambios positivos en lo económico, lo social y lo ambiental. El objetivo general del proceso, en el que la Ocde trabajará estrechamente con la Argentina, es alcanzar la convergencia del país con los estándares y las mejores políticas y prácticas de la Organización, entre ellos, aquellos referidos al ambiente, un sector considerablemente relegado en nuestro país.
A diferencia de otras organizaciones internacionales, la Ocde no otorga créditos, ni fondos o recursos para financiar inversiones. Por el contrario, brinda conocimiento y asesoría para el mejoramiento de las políticas públicas y la promoción de la buena gobernanza.
La Ocde promueve la construcción de una nueva política ambiental, situando a la sostenibilidad en el centro de la política económica. Este abordaje implica un gran desafío y una oportunidad para la Argentina, dado que requiere analizar su desempeño en diferentes sectores, como ambiental, social, económico, para, con ello, establecer los puntos fuertes con los que cuenta frente a los desafíos actuales y, a su vez, aquellos más débiles, los que deberá mejorar a futuro para estar a la altura de los requerimientos exigidos.
Este reto no es menor en un contexto político en el que la agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030), como así también la cuestión climática y la política ambiental en general, están en retroceso como consecuencia de una visión que considera que promover el desarrollo de las actividades productivas requiere de la ausencia de controles y de regulación ambiental.
El país será sometido a una evaluación exhaustiva por parte de diferentes comités de la OCDE que emitirán un dictamen formal ante el Consejo para determinar una decisión informada. Para ello, se determinó la revisión de los siguientes ejes:
Reforma estructural.
Comercio e inversión abiertos.
Crecimiento integrador.
Gobernanza.
Ambiente, biodiversidad y clima.
Digitalización.
Infraestructura.
Como resultado de ese análisis técnico, los comités podrán recomendar cambios para alinear la legislación, las políticas y/o prácticas del país a las recomendadas por la Organización.
Este proceso no se inicia ahora, Argentina expresó en 2016, durante la presidencia de Mauricio Macri, su deseo de ingresar a la OCDE, que seis años después inició el proceso de discusiones con el país, así como con Brasil, Perú, Bulgaria, Croacia y Rumania, recordó AIM
Ahora bien, la agenda del gobierno de Argentina hoy tiene temas conservadores en los que están en contra de la Agenda 2030.
Desde Ocde, indicaron que “en lo que respecta a la Agenda de Desarrollo Sostenible, se trata de una agenda con apoyo internacional que está liderada por Naciones Unidas y en la que la Ocde respalda los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos -ODS- (…) Nuestros estados miembros apoyan los esfuerzos internacionales para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Si bien la política de Milei es una gestión gubernamental y la adhesión a Ocde se estima como un proyecto a mediano largo plazo, habrá que esperar para ver cómo se desanda la contradicción de una política doméstica e internacional conservadora, que se opone a los ODS, y una posible reforma alineada con los requerimientos de la Organización y que van en línea con la Agenda 2030.
Desde la misma Ocde, expresaron: “estas son nuestras recomendaciones sobre lo que Argentina debería hacer. El Consejo decide si Argentina ha cumplido con los criterios de membresía en un grado suficiente para ser invitada a unirse como miembro”.
Tal como expresó el Circulo de Políticas Ambientales a AIM, “la hoja de ruta no estipula plazos precisos, y la Argentina ya cuenta con dos intentos previos de atravesar este proceso”.
Por otro lado, y a modo de ejemplo, “los antecedentes recientes en materia de políticas ambientales y de política exterior no son auspiciosos en lo que respecta a la estabilidad del gobierno nacional para encarar una empresa de estas características”.
No obstante, los desafíos que presenta el proceso de adhesión a la Ocde pueden resultar un ejercicio relevante para que Argentina mejore, amplie y actualice sus regulaciones, políticas y mecanismos de transparencia en gobernanza.